Las “rabietas” forman parte del desarrollo evolutivo infantil y son comunes en etapas tempranas como la retirada del pañal, la entrada en la escuela o los primeros intentos de autonomía. Aunque pueden ser motivo de preocupación para muchos/as padres y madres, son necesarias para el desarrollo emocional del niño/a y suponen una oportunidad para enseñarles a manejar sus emociones, autorregularse y aprender a gestionar su enfado, algo que les será muy útil y necesario en la vida adulta.
A menudo, muchos padres acuden a nuestra consulta angustiados por no saber cómo acompañar a sus hijos/as en estos momentos en los que se desbordan emocionalmente: se tiran al suelo, lloran de forma inconsolable, les cuesta respirar o incluso se hacen daño a sí mismos/as. En la cultura popular, sigue estando muy extendida la idea de que ante un enfado infantil lo más efectivo es ignorarlo, dejar al niño/a solo hasta que se le pase, tratar de razonar con él/ella o recordarle lo bien que está cuando está contento/a.
¿Qué podemos hacer para acompañarlos y ayudarles a expresar sus emociones de forma adecuada?
Una vez que la tormenta ha pasado, es el momento de hablar sobre lo ocurrido, buscar juntos/as formas alternativas de actuar y ayudarles a entender cómo se han sentido, con calma y sin juicio. Si acompañar el enfado de tu hijo o hija te está resultando difícil, un espacio de terapia puede ayudaros a entenderlo y afrontarlo desde otro lugar. Desde INTRO, te animamos a dar ese paso.