Psicoterapia infantil

Los niños y las niñas pasan por momentos en los que tienen comportamientos, actitudes o verbalizan emociones que pueden preocupar a los padres. Es en ese momento muy positivo valorar acudir a un psicólogo infantil que por un lado acompañe a los padres en la tarea de comprenderlo y educarle mejor y por otro ayude directamente al niño a entender y canalizar lo que está sintiendo.

Al igual que pasa con los adultos, los niños expresan su malestar de acuerdo con su modo de ser y utilizando las herramientas que hayan podido adquirir en lo que llevan de vida. En Intro Piscólogos el diagnóstico solo nos resulta de provecho si nos aproxima y ayuda a comprender lo que el niño está sintiendo. No somos partidarios de abusar de etiquetas con los menores porque una misma etiqueta puede estar marcando distintos malestares y no los podríamos tratar del mismo modo si queremos alcanzar una comprensión profunda del origen. Además de esto, los niños son seres en constante evolución y ponerles una etiqueta de modo temprano estaría limitando el crecimiento integral que merecen tener.

Nos encontramos en algunos casos a niños con problemas en la capacidad de atención, paradójicamente, intentan estar atentos a todo resultando tan costoso que cometen errores en su desempeño atencional. Hay algo en su historia de vida que les ha hecho estar hiperatentos, en alerta constante, no pudiendo concentrarse en nada en concreto. En otros casos, sin embargo, el niño ha tenido que “desconectarse” de lo que le rodea por no tener suficientes recursos para hacerle frente. Podríamos etiquetar a estos dos supuestos como “Trastorno por déficit de atención” aunque tendríamos a dos niños y a dos situaciones familiares muy diferentes.

Otras veces los niños entran en rabietas y presentan frecuente irritabilidad, aunque sabemos que hay momentos evolutivos en los que estos comportamientos son normales, como padres podremos aprender a manejarlos de modo que facilitemos a nuestros hijos herramientas de gestión emocional.

Encontramos a niños que "no paran", necesitan estar continuamente en movimiento con lo que ello genera para ellos mismos y su entorno. Habrá que entender si detrás de todo esto hay un problema de ansiedad, de temperamento o se encuentran intranquilos por algo que aún no sabemos.

Otro ámbito en el que los niños pueden presentar dificultades será en el social, pueden relacionarse con sus iguales de un modo excesivamente sumiso, agresivo, con poca autoestima, con complejos sobre su físico...

Los miedos también son un motivo frecuente de consulta, nos encontramos con niños que temen a la oscuridad, a los monstruos, a la soledad... Cuando son más mayores y comienzan la adolescencia, el cuerpo se convierte en la carta de presentación por el que uno manifiesta lo que es o quiere ser y aparecen con más frecuencia miedos y complejos relacionados con las relaciones sociales o el aspecto físico pudiendo desencadenar en problemas con la alimentación, por ejemplo.

Podemos encontrar, al igual que con los adultos, problemas de tipo psicosomático, niños que expresan su malestar a través del cuerpo.


Otras veces los niños entran en rabietas y presentan frecuente irritabilidad, aunque sabemos que hay momentos evolutivos en los que estos comportamientos son normales, como padres podremos aprender a manejarlos de modo que facilitemos a nuestros hijos herramientas de gestión emocional.

Encontramos a niños que "no paran", necesitan estar continuamente en movimiento con lo que ello genera para ellos mismos y su entorno. Habrá que entender si detrás de todo esto hay un problema de ansiedad, de temperamento o se encuentran intranquilos por algo que aún no sabemos.

Otro ámbito en el que los niños pueden presentar dificultades será en el social, pueden relacionarse con sus iguales de un modo excesivamente sumiso, agresivo, con poca autoestima, con complejos sobre su físico...

Los miedos también son un motivo frecuente de consulta, nos encontramos con niños que temen a la oscuridad, a los monstruos, a la soledad... Cuando son más mayores y comienzan la adolescencia, el cuerpo se convierte en la carta de presentación por el que uno manifiesta lo que es o quiere ser y aparecen con más frecuencia miedos y complejos relacionados con las relaciones sociales o el aspecto físico pudiendo desencadenar en problemas con la alimentación, por ejemplo.

Podemos encontrar, al igual que con los adultos, problemas de tipo psicosomático, niños que expresan su malestar a través del cuerpo.

Encontraremos cefaleas, vómitos, erupciones en la piel, dolor de tripa sin razón aparente... Ayudaremos al niño en estos casos a entender el origen de lo que pasa y a expresarlo de un modo más saludable.

Sin que podamos evitarlo a veces nuestros niños vivencian situaciones duras y/o desagradables que se quedan fijadas a modo de evento traumático. Notaremos al niño más irritable, con miedos, ansiedad de separación, verbalizaciones constantes... otras veces somos los adultos quienes valoramos la situación como potencialmente estresante y llevamos al niño al psicólogo para que evalúe el impacto que ha podido tener en su vida y le facilite herramientas de afrontamiento si se ve necesario. Hablamos de un divorcio, un fallecimiento de un ser querido, un accidente de tráfico...

En Intro Psicólogos sabemos que el principal motor de cambio para los niños son los padres, por lo que su colaboración y trabajo mutuo se convierte en parte imprescindible del tratamiento. Nuestra filosofía de trabajo con los niños se basa en entender que hay unos patrones evolutivos generales pero todo desarrollo es personal y todo niño, único.

En qué consiste la terapia infantil

Normalmente en psicoterapia de niños o adolescentes el contacto primero lo harán los padres y la primera entrevista será con ellos para poder recopilar datos necesarios, la historia de vida del niño, el motivo de consulta para así diseñar la evaluación del niño en ese caso concreto. Así, después vendrán varias sesiones de evaluación con el niño o niña en las que utilizaremos distintas herramientas con más o menos contenido verbal (entrevistas, test, dibujos y juegos...).

Una vez la psicóloga finalice este trabajo de evaluación, se tendrá una entrevista de devolución con los padres en la que se expondrá la propuesta de intervención y se ayudará a estos a comprender el momento por el que está pasando su hijo y las causas de la problemática concreta.

Podremos trabajar con niños desde los 3 años aproximadamente o bien, desde el momento en el que tengan un desarrollo verbal suficiente. En función del caso y de la edad del niño, el trabajo de intervención se hará con el niño directamente o a través de seguimiento con los padres aportándoles pautas.

Nos encontramos con casos en los que no podemos trabajar con el niño por ser este muy pequeño pero los padres acuden a nosotras buscando un asesoramiento en cuanto a pautas de crianza.

Cuando el menor es un adolescente, valoraremos en función del motivo de consulta y de la edad de este, si la primera entrevista se hará con los padres o directamente con él, de cara a asegurar la vinculación con el paciente y definir la línea de trabajo.

El centro Intro Psicólogos está reconocido como Centro Sanitario por la Comunidad de Madrid y por ello, podemos atender a mayores de 16 años sin necesidad del consentimiento paterno, tal y como lo fija la ley en España.

Al margen de todo lo anterior y como puede entenderse, una vez recibimos la consulta, la psicóloga se adaptará a la familia y el caso en concreto trazando la línea de evaluación e intervención que considere más beneficiosa y productiva.

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